jueves, 1 de septiembre de 2011

CRISIS DEL SISTEMA POLITICO MEXICANO Y LA TRANSICION DEMOCRATICA

LA CRISIS DEL SISTEMA POLITICO MEXICANOY LA TRANSICION DEMOCRETICA
1970. Con el movimiento previo del conflicto estudiantil de 1968, se interpreta que Luis Echeverría Álvarez (1970–1976) no fue ajeno y uso el conflicto como una forma de posicionarse y presionar a favor de su candidatura, originalmente el no era el favorito de Gustavo Díaz Ordáz. 1976.Las pugnas sucesorias se expresan en los apoyos de la “familia revolucionaria” hacia Mario Moya Palencia, y sin embargo Luis Echeverría, apoyado por Fidel Velázquez Sánchez, se decide por José López Portillo (1976–1982). Además hay una devaluación del peso. Durante el gobierno de José López Portillo el Sistema adopta una medida liberalizadora, la reforma electoral de 1977. Tal reforma permitió la legalización del Partido Comunista Mexicano (PCM), el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y el Partido Demócrata Mexicano (PDM). La flamante Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (LOPPE) permitió la creación de los distritos uninominales (300) y plurinominales (100). 1982.La clase política se enfrenta cuando los políticos tradicionales apoyan a Pedro Ojeda Paullada y Javier García Paniagüa, mientras que José López Portillo “destapa” a Miguel de la Madrid Hurtado (1982–1988). En lo económico 1982 expresa otra crisis, ahora se maneja como la causa principal la caída internacional de los precios del petróleo y entre las supuestas soluciones se nacionaliza la Banca. Es en 1982 cuando diversos sectores empresariales del país se movilizan a partir de la nacionalización de banca. En particular las reuniones denominadas “México en la Libertad”, cuyos objetivos eran oponerse a tal nacionalización e incidir en la opinión pública. los empresarios críticos (en donde participaron sobre todo pequeños y medianos empresarios) mantuvieron posturas de rechazo al modelo estatista y de economía mixta, pero también hacia el autoritarismo político; la tendencia empresarial de oposición que estuvo muy activa en los años 70 se reactivó y adquirió un nuevo perfil, el de abrirse hacia el entorno de las empresas. Sin embargo, la acción circunscrita a las instituciones empresariales tenía sus límites, en particular la acción político-partidista, y fue cuando varios empresarios decidieron postularse a cargos de representación pública; situación emblemática en el caso de Manuel J. Clouthier. Estableciendo la diferencia entre “lo político” (en sentido amplio, propio de la sociedad organizada) y “la política” (en sentido partidista). En lo que toca al espacio electoral el PAN se fortaleció como opción política, logrando el 17.5% de la votación presidencial. Durante el gobierno de Miguel de la Madrid se fue dejando el control de la economía en manos de Carlos Salinas de Gortari y de su equipo, a tal grado que, a mediados del sexenio, tomaban prácticamente todas las decisiones en ese rubro. En 1987 la crisis cobra forma con la caída de la Bolsa de Valores. Con MMH la inflación alcanzó, en 1987, el 159%. No obstante, llegamos a 1994 con la agudización de los enfrentamientos al interior de la clase política: el levantamiento armado en Chiapas, y los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu son los indicadores visibles de que el régimen y el sistema ideado en 1929 ya no eran funcionales.
El gobierno responde con nuevas reformas, se aprueba la inclusión de consejeros ciudadanos en el Consejo General del IFE, se acepta un debate televisivo entre los candidatos a la Presidencia de la República y se admite la participación de observadores electorales, entre otras novedades. Ante la amenaza de un triunfo opositor, se interpreta que la clase política realiza una “tregua”, misma que posibilita el triunfo del PRI, que logra una mayoría relativa, pero no recupera su hegemonía política. Después de las elecciones la crisis económica, en diciembre de 1994, confirma el ciclo recurrente de fin de sexenio; cada seis años las contradicciones han venido estallando, pero cada vez con más fuerza. Al finalizar el sexenio salinista parecía que el ciclo del Sistema Político Mexicano había terminado, estábamos como en 1929. Ante la crisis de 1994, Ernesto Zedillo no dudó en culpar a su antecesor, a tal grado que Carlos Salinas abandonó el país mientras su hermano fue encarcelado como autor intelectual del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu. Las tensiones al interior del grupo gobernante no cesaron de manifestarse a lo largo del sexenio y, en consecuencia, el priismo perdió cohesión, eficacia y legitimidad. Un indicador de estas tensiones es el hecho de que el gabinete presidencial experimentó más de medio centenar de cambios a lo largo del sexenio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario